Filosofía

La Organización Adventista del Sétimo Día  reconoce a Dios  como la fuente suprema de existencia y verdad.

En el principio, Dios creó a su imagen una humanidad perfecta que fue alterada por el pecado.

A través de Cristo y su Espíritu, Dios determinó que rescataria a la humandiad de su estado de perdición.

A través de la Biblia, ha revelado su voluntad al mundo, una revelación que sobrepasa a la razón humana. Mediante la iglesia intenta rescatar a los perdidos de su reino.

Los principios fundamentales de la Organización Adventista del Sétimo Día, al igual que los escritos de E.G. White, hacen referencia al plan de Dios para restaurar a la humanidad caída. La Organización  dirige su propio sistema de educación para fomentar la aceptación de estas creencias, dentro del contexto de nuestra relación personal con Jesucristo y alimentar el deseo de compartir esta relación con otros.

Hechos a la imagen de Dios, cada ser humano aún caído, está dotado de atributos similares a los del creador. Por lo tanto, la Organización Adventista procura desarrollar pensadores en vez de reflectores del pensamiento de otros, servicio abnegado en lugar de ambición egoísta, el desarrollo máximo del potencia individual y un aprecio por todo aquello que es bello, que es verdad y que es bello.

Una educación de este tipo imparte más que conocimiento académico. Es un desarrollo armonioso de la persona completa, cuyo tiempo abarca la eternidad.

En el contexto de la Educación Adventista, el hogar, la escuela y la iglesia cooperan con las agencias divinas para preparar ciudadanos para morar en esta tierra y en el nuevo porvenir.